Los paros en la terminal Cuenca del Plata -propiedad mayoritaria de la multinacional belga Katoen Natie- y en Montecon afectaron fuertemente la operativa del puerto Montevideo durante las últimas semanas.
El total de buques que cancelaron sus escalas durante las medidas sindicales fueron cinco, con un total de 5671 contenedores entre importación, exportación, tránsitos y vacíos, según datos del centro de navegación (Cenave).
A esto se suman las demoras que se ocasionaron a los buques fluviales y otros aspectos colaterales que en su mayoría recaen sobre las líneas armadoras.
Según se explicó, entre esos aspectos colaterales, en el caso de los buques que omitieron o cancelaron sus escalas, estarían los costos generados por tener que descargar y cargar en otro puerto, y lo que ello conlleva por conceptos de almacenamiento y frío, entre otros. Y en caso de haber entrado a puerto, el costo deficitario de la escala por interrumpir la operativa.
En el resto de los buques se generaron costos por las demoras que se produjeron por retrasar sus operativas entre 48 y 72 horas en cada oportunidad en que se efectuaron estas paralizaciones de actividad.
También se tuvieron que realizar rotaciones, por ejemplo, operar primero en Buenos Aires y luego venir a Montevideo.
En el caso de los buques fluviales, tuvieron casi una semana de retraso, con lo que ello provoca en su rentabilidad sobre la cantidad de viajes completos que se hacen a lo largo de un determinado tiempo.
Además, se suma la afectación provocada por los contenedores vacíos que se dejaron de descargar y que vienen para ser utilizados por el sector exportador.